The celebration of an anniversary provides an 
opportunity to pause and give thanks for what has been and to look forward to all that is still to 
come. As we enter into this year of celebration marking the 40th anniversary of the Diocese of Metuchen, I thought this would be a good time to reflect and to give thanks for what has been while looking ahead toward our future in hope, knowing it is towards God’s horizon that we journey together. 

Since arriving in this local Church of 
Metuchen more than fi ve years ago, I have come 
to love and appreciate the lay faithful, religious 
and clergy serving in our 90 parishes as well as in our Catholic schools and institutions. As your Shepherd, I know my deepest connection with the faithful is in the spiritual bonds that flow from our baptism and those that are strengthened in the Holy Eucharist, which is part of the reason I love visiting our parishes so often. 

In my first year of serving you, I had the joy of visiting with and listening to many of you during my pastoral visits to each of our parishes, a practice I still enjoy. Born out of those first conversations, a series of pastoral priorities emerged which I shared with you in my first Pastoral Letter, “Lighting a fire in the heart of our world,” released near the conclusion 
of my first year here.

La celebración del aniversario nos brinda la 
oportunidad de hacer una pausa y dar gracias 
por lo que ha sucedido y por lo que está por 
venir. Al iniciar este año de celebración que marca el 40 aniversario de la Diócesis de Metuchen. Creo que este es un buen momento para refl exionar y dar gracias por todo lo que ha pasado mientras miramos con esperanza el futuro, sabiendo que es hacia el 
horizonte de Dios que caminamos juntos. 

Desde mi arribo a esta Iglesia local de 
Metuchen hace más de cinco años, he llegado a 
amar y apreciar a los feligreses, religiosos y al clero que sirve en nuestras 90 parroquias y en nuestras escuelas e instituciones Católicas. Como su Pastor, se que mi conexión más profunda con los feligreses está en los vínculos espirituales que fl uyen desde nuestro bautismo y se fortalecen en la Sagrada Eucaristía, siendo esta una de las razones por las que me encanta visitar 
frecuentemente las parroquias.

En mi primer año de servicio, durante la visita pastoral a cada una de las parroquias, tuve la alegría de compartir y escuchar a muchos de ustedes, práctica que aún disfruto. Resultado de estas primeras conversaciones, surgieron una serie de prioridades pastorales las cuales compartí con ustedes en mi primera Carta Pastoral, “Encendiendo el fuego en los 
corazones del mundo” la cual fue comunicada hacia el fi nal de mi primer año como Obispo de esta diocesis. 

This Pastoral Letter is a reflection on my pastoral visits to all 90 parishes within our diocese as well as visits to many Catholic schools, institutions and varied ministries and ethnic groups since I became your Shepherd last May. Based on my many conversations with clergy, religious and lay faithful during these months, it shares with you the priorities that emerged and which call for our attention as we go forward in this local Church of Metuchen. It is my hope and prayer that this Pastoral Letter will inspire you through the grace of the Holy Spirit to become kindling so together we can “set a fire in the heart of our world,” allowing God’s love and power to burn more brightly here in Central New Jersey. I look forward to further conversations and planning with you
 

Esta Carta Pastoral es una reflexión de mis visitas pastorales a las 90 parroquias en nuestra Diócesis así como también mis visitas a muchas de las escuelas católicas, instituciones, diversos ministerios y grupos étnicos desde que asumí mi posición como su Pastor en mayo pasado. Basado en mis conversaciones con el clero, religiosos y los fieles laicos durante estos meses, comparto con ustedes las prioridades que emergen y que nos exhortan a atenderlas a medida que continuamos la jornada en esta Iglesia local de Metuchen. Es mi esperanza y oración que esta Carta Pastoral los inspire por medio de la gracia del Espíritu Santo a convertirse en leña para así juntos “encender un fuego en los corazones de todo el mundo,” permitiendo que el amor de Dios y su poder quemen más brillantemente aquí en New Jersey del centro. Espero poder entrar en conversación y planificación con ustedes.